2.28.2007

La larga cola

La larga cola Viendo el titulo de este post, algunos usuarios encontrarán en el término connotaciones sexuales, otros muchos pensarán en la cola de la pescadería en la que piden la vez, la del aseo un fin de semana de botellón, la del paro con caras de sueño mañanero... pero todavía no se alteren, estamos hablando de Internet. Tendría que hablarles sobre una interesante teoría con este nombre, pero como siempre, hay otros que lo explican mejor y les remito a que busquen información en otras fuentes. Sacarán en claro lo mismo que yo: que a día de hoy cambian los productos, los gustos de los consumidores y las formas de comercialización. La distribución de la cultura por Internet es una ventaja se mire por donde se mire: rápida, gratuita y con un volumen de difusión exageradamente amplio. También es cierto que cualquier producto es susceptible de venta, si no lo creen, que se lo digan al creador de E-bay, que ha contribuido al intercambio de los productos más absurdos que puedan imaginar.

En definitiva, la suma de pequeñas cosas forja un conjunto de grandes bloques de venta. Y el hecho de que un número determinado de personas centre la atención en un producto minoritario, supone un reclamo comercial sin precedentes.

Esto de la larga cola, para que lo entiendan mejor, sería similar al mundo de la blogosfera: usted crea un blog de cocina. Estupendo, ya puede colgar las recetas de su abuela, pero todo el mundo tiene una abuela cocinera y le sabrá a poco lo que usted cuente. En definitiva, nadie le va a leer. Tiene que hacer algo original, especial, estrújese las neuronas. ¿Le interesaría saber lo que se cuece en los medios? visite un espacio de reciente estreno: Cubiertos. Un blog de cocina especializado (por narices) para que ustedes vayan a leernos. Sí, esto es publicidad, pero es el único recurso para no quedarnos al final de la larga cola. Más allá del profesor que nos tiene que evaluar, nuestra familia y cuatro que entren engañados, pocos recurrirán a nosotros para informarse, pero esos pocos serán entusiastas seguidores (o no). Estaremos por tanto dentro de una particular larga cola.

Como insignificante pulga que soy, sé lo que es estar al final de la cola y me consuelo con aquello que nos recuerda lo de “los últimos serán los primeros”. A modo de apunte, decir que eso pasa muchas veces, pero nunca en la pescadería o en el médico, donde las marujas están a la que salta y nadie respeta a nadie.

2.27.2007

Plágienme con cariño

´Plágienme con cariñoSi dan dos golpes de ratón más abajo, comprobarán que soy legal. Tengo reconocidos todos los derechos de propiedad intelectual que permite la ley gracias a las creative commons. No sabría explicarles dónde empiezan y terminan mis derechos, pero el caso es que no me siento protegida con ellos y menos en la gran red de Internet donde te pisan sin que te enteres. Tampoco me importa que hagan uso de mis creaciones, pero este siglo es el del copyright, los derechos de autor y las patentes y les recuerdo que lo correcto es ser legal. No soy la más indicada para explicarles todo esto porque acabo de llegar. En cualquier caso, visiten a David Bravo que es todo un experto en la materia. O a mis compañeros, tan insectos como yo, pero que sabrán explicarse mejor o habrán plagiado algo interesante.

Hasta Google delinque en la red. Acéptenlo, legales no somos nadie porque pertenecemos a una generación de parásitos, de copiadores compulsivos y es difícil borrar algo tan arraigado en la cultura de estos tiempos. Es tiempo de plagio, copia e imitación, siempre al rescate de antiguas ideas o tendencias para hacerlas nuevas. Se retroalimentan de tal forma que no sabemos dónde empieza la copia y dónde está el original. Si conocemos nuestros derechos digitales y patentamos nuestras creaciones intelectuales, ¿por qué no patentamos las conversaciones? También son originales, surgen de nuestra mente y algún oyente indeseado se las puede apropiar. ¿Qué pasa con los dialectos?, ¿o con los comportamientos sociales ? ¿quién es el primero que piensa una palabra y la pone de moda? El que no quiere compartir ni tiene copyright es porque no quiere. Yo lo tengo y les permito que me plagien, pero respeten mi nombre aunque sea una insignificante pulga.

2.26.2007

Con los cinco sentidos

Con los cinco sentidosVemos la vida a través de pulgadas. No se confundan que no les estoy llamando pulgas, me refiero a que la mayor parte de lo que vemos se proyecta en pantallas de todos los colores, olores y sabores. Pero sobretodo en base a medidas, porque ahora más que nunca las pulgadas nos invaden. ¿Cuánto miden sus pantallas? Calcule las pulgadas que tiene por casa: televisores y sucedáneos, ordenadores y periféricos, teléfonos y video porteros, microondas y hornos... hasta las lavadoras y las neveras son programables gracias a su correspondiente pantalla. La rapidez de las nuevas tecnologías, la interactividad y sobretodo la facilidad de acceso cambiarán en un futuro la orientación del comercio, la publicidad y los movimientos de la vida cotidiana. Siempre se dice aquello de que todo está inventado, pero lo cierto es que todavía nos queda mucho por ver. Ya pueden ir tranquilos a ver el partido de los domingos porque han descubierto la fórmula del penalti perfecto, su equipo ganará gracias a las leyes de la matemática. Y si el delantero de turno se equivoca al restar delante de la portería, siempre podrán consolarse con la wonderpizza, la máquina expendedora que en cualquier rincón nos prepara el susodicho producto.

Son inventos inservibles dirán muchos, muy conseguidos pensarán otros. Lo cierto es que merece la pena invertir esfuerzos porque siempre encontraremos a alguien en este ancho mundo que le saque provecho a artilugios impensables. Todos los inventos de la historia han sido buenos, siempre se aprende algo de cada uno. Por ejemplo, ¿alguien concibe su vida informatizada sin el ratón? Puede que en un futuro nos sobre con un simple gesto para encender el ordenador y abrir sus aplicaciones, pero mientras no pueda controlar mi ordenador con la mente me conformaré con menear el ratón con otras extensiones de mi cuerpo como las manos (que sigue siendo lo más útil) o los pies, que también es una opción patentada. Igual que Félix Rodríguez de la Fuente vinculaba al hombre con la tierra, el ratón permite que conecten el hombre y la máquina. Para mí, el ratón resulta muy útil: el animalito informático obedece tus órdenes, te dirige a donde quieres y no se escapa mientras esté bien conectado. Perdónenme pero soy de la generación ratón, que nadie me lo quite.

Después de todo esto, ¿no ven claro el futuro? Vean lo que está por llegar en los próximos trescientos años

2.21.2007

Amasando mi futuro

Amasando mi futuro Según Joaquín, mi compañero de clase y ahora también de blogsfera, debería dejar de amasar pan para amasar mi futuro periodístico (nota informativa para el que todavía no lo sepa: hago pan para los domingueros durante el fin de semana). ¿Y esto a qué viene? No soy una incondicional de estos diarios digitales, pero os diré que resulta más fácil abrirse un espacio en la red que cocer una barra de pan. El problema viene después cuando hay que rellenarlo, con lo sencillo que es llenar un bocadillo. Me han recomendado Blogger y creo que es un buen alojamiento para que los tontos como yo empecemos a publicar. Es sencillo, gratuito y en castellano, qué más quieren. En tres sencillos pasos pueden empezar a caminar por la red. El diseño lo elige el usuario entre un catálogo limitado de modelos (mi ecosistema es una plantilla de un señor al que ni conozco) y a partir de ahí, comentarios, perfiles y vínculos son totalmente libres y de decisión propia. Yo he comenzado con pequeños saltos y con asistencia, porque ando un poco perdida en este tema (Sergio: medio punto de mi nota final es para Mondariano, que me soluciona las dudas internautas). En definitiva, ¿Quieres un sitio como éste? Visita Blogger y di que vas de mi parte, que te tratarán bien.

Esquivando, que es gerundio

Soy una pulga

En la vida hay que probarlo todo (o eso dice Tomás, que ve el mundo de forma diferente) y la creación de este Blog es una prueba de ello. Pretendía pasar por alto este momento, pero hasta mi padre tiene un Blog y es un poco vergonzoso que yo, estudiante de periodismo, ni siquiera tuviera interés por uno. También he de confesar que por mi parte no ha surgido la motivación, sino que se ha tratado más bien de una obligación. Así que este espacio digital va a ser un cuaderno cuadriculado, como los del cole, en el que presentaré mis “deberes” para la asignatura de Periodismo Electrónico (Para más detalles véase todo lo que me exige el profesor de la asignatura). Como buena pulga me distingo por el arte de huir, pero mi profe es duro de roer y me obligará a “retratarme” semanalmente, sin atender a las excusas típicas de estudiante tales como “mi perro se ha comido el teclado” o “un apagón absorbió mi disco duro”. Doy fe de que no sirven de nada, este hombre es inconmovible. En fin, si has llegado aquí por casualidad buscando otro tipo de pulgadas o se te ha caído la grapadora en el teclado y has entrado sin darte cuenta, bienvenido.