Como ya saben estimados lectores, me encuentro en fase de estudio. ¿Dónde? Pues miren, como todavía no han salido al mercado los fascículos "proyecto periodista" tengo que asistir diariamente a la facultad. Como buena estudiante, no me gusta mi universidad. Y perdónenme pero tengo motivos suficientes para afirmarlo, este centro es un lugar fachoso en varios sentidos: una ruina como edificio, y un caos como entidad. Nunca les he dicho donde está para evitar daños colaterales, pero sobre todo porque es bastante vergonzosa. De cualquier forma, les presento las instalaciones para que vengan cuando quieran visitarme.
Para empezar, les cito en la puerta. Bonita ¿verdad? Con sus arbolitos y su escalón para que nos sentemos a fumar. Por esta puerta de único acceso al centro unos entran, otros salen, y a otros se les tiene que ayudar a subir. Entren conmigo.
Mi fantástica universidad tiene cinco plantas y un único ascensor que, cuando quiere funcionar, solo llega hasta la cuarta. Si quieren les presento a mi profesora de publicidad, una señora muy simpática que tiene su despacho en la quinta. Pero si no pueden subir, mejor nos vamos a tomarnos un café. Para pasar a la cafetería primero debemos acceder al patio por esta puerta. Cuidado con el escalón.
¿Un café? esperen aquí fuera sentados en el patio que ya entro y les hago su pedido, no vaya a ser que tropiecen al entrar:
Si tras el café necesitan ir al servicio no se preocupen, que les acompaño. Bajen el escalón y si pueden pasar entre las tres puertas, enhorabuena, ya están dentro.
Siguiendo nuestro paseo por las bonitas instalaciones del centro, les llevo a uno de los mejores rincones del edificio: el estudio de televisión. Eso si, no se cansen que tienen que subir estas escaleras:
No hay universidad que se precie sin biblioteca, vengan a ver la nuestra. Mejor la observan desde la puerta, que hay que subir una grada y nos podemos caer. De todas formas no se pierden nada es una sala pequeña en la que no se puede estudiar por los ruidos que le atacan desde el exterior. Los libros tampoco los pueden tocar. Es una biblioteca cerrada y se los tiene que pedir a la señorita de la ventanilla. ¿Alcanzan a verla desde bajo?
Les podría mostrar todos los escalones, peldaños y escaleras que pueden subir y bajar en este centro. Las baldosas y adoquines con los que pueden tropezar y las puertas estrechas por las que quizá no puedan pasar. Pero ya está bien por hoy. Espero que hayan disfrutado de la visita y de las instalaciones. Lo siento sobre todo por los que vayan en silla de ruedas, tengan pies escayolados o necesiten muletas. Esta universidad no está habilitada para minusválidos. Algo tan sencillo como levantar un pie puede en ocasiones resultar difícil para muchos otros. Pero ese tema ya lo dejo en manos de la otra María, que les explicará mejor el asunto de la movilidad.