3.09.2007

Mamá, cómprame unas gafas

Mamá, cómprame unas gafas

La información que suministran los medios audiovisuales es, aparentemente, gratuita y rápida: usted enciende el televisor y con ese simple gesto la humano basura” le vomita encima. Conecta la radio, y los datos entran por sus oídos sin hacer distinciones. Lo audiovisual le facilita la vida. No tiene que pagar por consumir. Ni si quiera tiene que salir de casa para llegar al quiosco y pedir un poco de programación. No se preocupe si no sabe leer, solo necesita poder ver y oír (que no observar y escuchar). Si ya tiene estas facultades desarrolladas, el suministro eléctrico y aparatos que poder enchufar, ya tiene el mundo ante sus ojos (y la factura de Iberdrola en el buzón)

La prensa es tangible y al contrario que estos fabulosos inventos, supone un coste mínimo en el momento de consumo inmediato. Es decir, tiene que pagar para leer. Por mucho que corra o cambie de establecimiento, el señor del quiosco no le va a dejar irse sin pagar todos los días. A no ser que sea usted un amigo de lo ajeno y lo coja con profesionalidad.

En este país cualquier cosa gratis es bien recibida (que se lo digan si no a los periódicos gratuitos). Por muy bajo coste que tenga un producto, y aunque sea de mayor calidad, perderá contra lo gratuito. El periódico tradicional está perdiendo puntos, y puede que un futuro tenga que replantear su formato y suplantar sus hojas por papel tecnológico que es más visual y atractivo. En los inicios, los medios audiovisuales eran considerados como imitadores de los periódicos. Hoy en día son los periódicos los que intentan copiar a los medios audiovisuales mediante Internet: un medio audiovisual interactivo, “gratuito” y que se transmite igualmente a través de un aparato.
Amigos periodistas, si queréis haceros ricos estudiad optometría. O nuestros ojos se adaptan a las pantallas, o las monturas de las gafas las regalarán hasta en las cajas de cereales.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso es cierto,porque el papel en el futuro servirá solo para limpiarse el culo.


Pepe Pulga

Anónimo dijo...

Qué tal microinsecto? Soy el Sr de la pandereta.

Me ha parecido un comentario algo victimista, no exento de razón, pero sí de declaración de principios. ¿Te quejas acaso del marketiniano abuso de los medios audiovisuales, cuyo único objetivo es hacernos consumir, lo haces acaso de la pasividad crítica de los espectadores, o de que al final nos quedaremos todos ciegos?. Creo que de los tres, ¿verdad?.

Razón no te falta al avisar del hundimiento de la prensa escrita. Para los amantes de la lectura sobre papel, como yo, nos supone un ligero malestar pues, ¿me puede alguien alegar que leerse "alatriste" con el adobe reader desde su pc tiene el mismo encanto que en tu sofá, con la luz ténue y la manta hasta la cintura?

Una cosa es cierta, la basura, como tú muy bien dices, que se nos inyecta desde los medios audiovisuales es aplastante; debes consumir, debes sentir la necesidad de consumir; si no compras algo sentirás miedo, perderás la gran oportunidad, incluso supondrá que lo tengas que comprar después aún más caro, .... Se centran, o mejor dicho, os centráis los periodistas (aquí ya te aviso por donde van mis balas) en la forma y no en el contenido. Como bien informas a tus compañeros, os tendréis que hacer optometristas, aunque eso dependerá de vosotros, de los periodistas del futuro (y no hablo del futuro de aquí a cincuenta años, si no el de mañana).

Aunque puede tal vez que nuestra opinión no sea más que la consecuencia de un cambio obligado, es decir, que nos estemos quejando ( tú y yo) sólo por el cambio de medio físico en el que leamos, ¿o no?. Imagina una especie de porta-lector, del tamaño de un libro de bolsillo (me extraña que aún no esté inventado!!) en el que pinches un lápiz usb y tengas 200 libros, comentarios o periódicos para poder leer. Ummmhh.... no está mal la idea, ¿no?. ¿Y la de árboles que no se talarían?.

En cualquier caso, me gusta saber que los que mañana nos informaréis de lo que pase en Ruanda, Bosnia, Irak o Alcobendas, tengais la capacidad crítica de repudiar lo que algún día querrán que sea vuestro trabajo y, antes de firmar vuestro primer contrato , lentamente, vayáis cayendo al abismo del tecnoconsumismo, digáis "no quiero telecobazofia".

Por cierto, la profesión del futuro no es optometrista, sino otorrino. Piénsalo; nuestros abuelo, que tanta vida sana han mamado, y mira como la mayoría están todos algo sordos. ¿que nos pasará a nosotros cuando seamos viejos, si subimos al coche y ponemos a tope el cd, usamos auriculares para escuchar música y los fines de semana nos metemos en antros (me encanta esa palabra!!) que, aun cuando sea con buena música, nos aporrean los tímpanos?, ¿eh?, ¿que nos pasará?.

Un saludo microamiga.

, dijo...

Hola doctor!

¿Me llamas acaso microamiga porque soy pequeña, o poque solo soy un poco amiga? ;p

Como tu bien dices nos centraremos (ya lo hacemos) más en la forma que en el contenido, porque al fin y al cabo, el contenido siempre es el mismo y responde a las mismas cuestiones. La forma de empaquetar esos interrogantes es lo que te hace diferente del resto. Y si no llegas a diferenciarte, pues recurres al marketing y regalas gafas con las cartillas y los cupones de los domingos.

En el futuro puede que no existan periodistas, sino licenciados que se dediquen a hacer de periodistas. Vease abogados, medicos y demás doctorados como tu pandereta-man. Quien sabe si te veremos algun día en el Rockdelux haciendo crónicas...

Y lo del libro de bolsillo seguro que está inventado. Consultaremos con Mondariano, que está al tanto de las nuevas tecnologías. Lo que provoca sordera también se lo puedes preguntar...

Saludos doc!

Pejiguera dijo...

Pese a mis años, los artilugios que funcionan a red, con pilas o con baterías, no tienen secretos para mí. Trabajo con ordenadores desde que estos tenían discos duros de 10 MB (sí, habéis leido bien) y el gïndows aún estaba en las gónadas del Sr. Puertas. Pero, a la hora de leer el periódico, que no me quiten el papel. Me gusta tenerlo sobre mis piernas, en mi sillón favorito, o en la mesa mientras almuerzo. Y de los libros, no hablemos. ¿Os imagináis en la FNAC -por ejemplo- mirando pantallas como bobos para "hojear" el libro que queréis comprar? Yo no. Y para ahorrar papel, ya hago el esfuerzo de no utilizar klinex.

De todos modos, en esta zona siempre se venderán periódicos, porque vienen cojonudos para tapar el arroz. 8-D